Los inhibidores de la amilasa y la tripsina empeoran el
asma, el lupus, la artritis y las enfermedades inflamatorias intestinales y
podrían causar la sensibilidad al gluten.
asma, el lupus, la artritis y las enfermedades inflamatorias intestinales y
podrían causar la sensibilidad al gluten.
Los inhibidores de la amilasa y la tripsina (ATI) son una
familia de proteínas que, como el gluten, se encuentran en el trigo. Unos ATI
que, tal y como sucede con el gluten en las personas celiacas, pueden
desencadenar una reacción inmune con consecuencias muy molestas e, incluso,
ciertamente graves. De hecho, numerosas investigaciones han sugerido que estos
ATI podrían encontrarse detrás de la sensibilidad al gluten no celiaca,
enfermedad asociada con los síntomas, tanto gastrointestinales como
extradigestivos, típicos de la celiaquía y que padece hasta un 5-10% de la
población. Pero aún hay más. Como muestra un estudio llevado a cabo por
investigadores de la Universidad Johannes Gutenberg en Maguncia (Alemania), los
ATI es responsable de la aparición de la inflamación en numerosas enfermedades
crónicas, caso de la esclerosis múltiple, el asma o la artritis reumatoide.
familia de proteínas que, como el gluten, se encuentran en el trigo. Unos ATI
que, tal y como sucede con el gluten en las personas celiacas, pueden
desencadenar una reacción inmune con consecuencias muy molestas e, incluso,
ciertamente graves. De hecho, numerosas investigaciones han sugerido que estos
ATI podrían encontrarse detrás de la sensibilidad al gluten no celiaca,
enfermedad asociada con los síntomas, tanto gastrointestinales como
extradigestivos, típicos de la celiaquía y que padece hasta un 5-10% de la
población. Pero aún hay más. Como muestra un estudio llevado a cabo por
investigadores de la Universidad Johannes Gutenberg en Maguncia (Alemania), los
ATI es responsable de la aparición de la inflamación en numerosas enfermedades
crónicas, caso de la esclerosis múltiple, el asma o la artritis reumatoide.
Como explica Detlef Schuppan, director de esta investigación
presentada en el marco del Congreso Europeo de Gastroenterología 2016 que se
está celebrando en Viena (Austria), «además de contribuir al desarrollo de
enfermedades inflamatorias relacionadas con el intestino, creemos que los ATI
pueden promover la inflamación en otras enfermedades crónicas fuera del tracto
digestivo. Esperamos que nuestro trabajo derive en una recomendación que
aconseje una dieta libre de ATI para ayudar a tratar una variedad de trastornos
inmunes potencialmente graves».
presentada en el marco del Congreso Europeo de Gastroenterología 2016 que se
está celebrando en Viena (Austria), «además de contribuir al desarrollo de
enfermedades inflamatorias relacionadas con el intestino, creemos que los ATI
pueden promover la inflamación en otras enfermedades crónicas fuera del tracto
digestivo. Esperamos que nuestro trabajo derive en una recomendación que
aconseje una dieta libre de ATI para ayudar a tratar una variedad de trastornos
inmunes potencialmente graves».
Trigo
pro-inflamatorio
pro-inflamatorio
Por lo general, la mayoría de estudios se han centrado en el
gluten y su impacto sobre la salud digestiva. Sin embargo, y si bien
constituyen únicamente el 4% del total de las proteínas que se encuentran en el
trigo, cada vez hay más trabajos sobre los ATI. No en vano, las evidencias
alcanzadas hasta el momento, ahora confirmadas, sugerían que el consumo de ATI
puede provocar el desarrollo de inflamación en tejidos distintos del intestino,
caso de los ganglios linfáticos, los riñones, el bazo e, incluso, el cerebro.
gluten y su impacto sobre la salud digestiva. Sin embargo, y si bien
constituyen únicamente el 4% del total de las proteínas que se encuentran en el
trigo, cada vez hay más trabajos sobre los ATI. No en vano, las evidencias
alcanzadas hasta el momento, ahora confirmadas, sugerían que el consumo de ATI
puede provocar el desarrollo de inflamación en tejidos distintos del intestino,
caso de los ganglios linfáticos, los riñones, el bazo e, incluso, el cerebro.
Y exactamente, ¿qué supone esta inflamación para los
pacientes con enfermedades autoinmunes? Pues un notable empeoramiento de los
síntomas de su patología, entre otras la esclerosis múltiple, el lupus, el
asma, las enfermedades inflamatorias intestinales – colitis ulcerosa y
enfermedad de Crohn – , la artritis reumatoide y la esteatosis hepática no
alcohólica – el consabido ‘hígado graso’.
pacientes con enfermedades autoinmunes? Pues un notable empeoramiento de los
síntomas de su patología, entre otras la esclerosis múltiple, el lupus, el
asma, las enfermedades inflamatorias intestinales – colitis ulcerosa y
enfermedad de Crohn – , la artritis reumatoide y la esteatosis hepática no
alcohólica – el consabido ‘hígado graso’.
Como refiere Detlef Schuppan, «nuestros resultados
demuestran que los ATI presentes en el trigo, que también están contaminando
los alimentos comercializados con gluten, activan algunos tipos de células
inmunes específicas tanto en el intestino como en otros tejidos, empeorando
así, cuando menos de forma potencial, los síntomas asociados a las enfermedades
inflamatorias pre-existentes».
demuestran que los ATI presentes en el trigo, que también están contaminando
los alimentos comercializados con gluten, activan algunos tipos de células
inmunes específicas tanto en el intestino como en otros tejidos, empeorando
así, cuando menos de forma potencial, los síntomas asociados a las enfermedades
inflamatorias pre-existentes».
No es el gluten
La sensibilidad al gluten no celiaca fue descrita por
primera vez en los años ochenta. Sin embargo, y a pesar del tiempo discurrido,
es muy poco lo que se sabe sobre esta enfermedad. De hecho, su diagnóstico se
establece por un mero descarte. Y es que dado que todavía no se ha identificado
ningún marcador que posibilite la identificación de los afectados, el
diagnóstico se establece cuando los pacientes, si bien manifiestan los síntomas
típicos de la intolerancia al gluten, no padecen ni celiaquía ni alergia al
trigo.
primera vez en los años ochenta. Sin embargo, y a pesar del tiempo discurrido,
es muy poco lo que se sabe sobre esta enfermedad. De hecho, su diagnóstico se
establece por un mero descarte. Y es que dado que todavía no se ha identificado
ningún marcador que posibilite la identificación de los afectados, el
diagnóstico se establece cuando los pacientes, si bien manifiestan los síntomas
típicos de la intolerancia al gluten, no padecen ni celiaquía ni alergia al
trigo.
Concretamente, la sensibilidad al gluten no celiaca se
asocia con síntomas gastrointestinales como diarrea, dolor e hinchazón
abdominal. Y asimismo, con síntomas no digestivos como las jaquecas, la fatiga,
el eczema y los dolores articulares. Es decir, con las manifestaciones asociadas
a la enfermedad celiaca. Tal es así que el tratamiento también consiste en
seguir una dieta libre de gluten, lo que mejora, y mucho, la sintomatología.
Sin embargo, el origen de esta enfermedad no está en el gluten.
asocia con síntomas gastrointestinales como diarrea, dolor e hinchazón
abdominal. Y asimismo, con síntomas no digestivos como las jaquecas, la fatiga,
el eczema y los dolores articulares. Es decir, con las manifestaciones asociadas
a la enfermedad celiaca. Tal es así que el tratamiento también consiste en
seguir una dieta libre de gluten, lo que mejora, y mucho, la sintomatología.
Sin embargo, el origen de esta enfermedad no está en el gluten.
Como indica Detlef Schuppan, «los ATI podrían contribuir al
desarrollo de la sensibilidad al gluten no celiaca. El tipo de inflamación
intestinal que hemos visto en estos pacientes difiere de la causada por la
celiaquía, y no creemos que sea provocada por el gluten».
desarrollo de la sensibilidad al gluten no celiaca. El tipo de inflamación
intestinal que hemos visto en estos pacientes difiere de la causada por la
celiaquía, y no creemos que sea provocada por el gluten».
Entonces, si el gluten no es el desencadenante de esta
enfermedad, ¿por qué se llama ‘sensibilidad al gluten’? Pues por la razón que
sea, parece incorrecto. De hecho, los investigadores del estudio abogan por
cambiar el nombre a la patología. Como concluye su director «esperamos que
nuestro trabajo también ayudará a redefinir la sensibilidad al gluten no
celiaca con un término más apropiado. Y es que dado que ‘sensibilidad al
gluten’ implica que el gluten sea el único responsable de la inflamación, debe
considerarse un nuevo nombre para esta enfermedad».
enfermedad, ¿por qué se llama ‘sensibilidad al gluten’? Pues por la razón que
sea, parece incorrecto. De hecho, los investigadores del estudio abogan por
cambiar el nombre a la patología. Como concluye su director «esperamos que
nuestro trabajo también ayudará a redefinir la sensibilidad al gluten no
celiaca con un término más apropiado. Y es que dado que ‘sensibilidad al
gluten’ implica que el gluten sea el único responsable de la inflamación, debe
considerarse un nuevo nombre para esta enfermedad».


