Cómo funciona el tráfico de personas, especialmente
orientado a la explotación laboral, en la frontera noroeste del país.
orientado a la explotación laboral, en la frontera noroeste del país.
Mientras las cancillerías de Argentina y Bolivia avanzan en
un protocolo de asistencia a las víctimas de trata y tráfico, en el paso
Salvador Mazza-Yacuiba refuerzan el auxilio a los bolivianos que son
potenciales esclavos en talleres clandestinos de la Argentina.
un protocolo de asistencia a las víctimas de trata y tráfico, en el paso
Salvador Mazza-Yacuiba refuerzan el auxilio a los bolivianos que son
potenciales esclavos en talleres clandestinos de la Argentina.
Ubicado en el extremo norte salteño, ese paso internacional
es utilizado por unas 200 personas por día (en temporada alta -diciembre a
abril- la cifra trepa a 600), que hacen los trámites migratorios y que se suman
al incesante cruce de los bagayeros -vecinos de ambas ciudades- con mercaderías
de todo tipo.
es utilizado por unas 200 personas por día (en temporada alta -diciembre a
abril- la cifra trepa a 600), que hacen los trámites migratorios y que se suman
al incesante cruce de los bagayeros -vecinos de ambas ciudades- con mercaderías
de todo tipo.
Pero en realidad las posibilidades de ingreso a la Argentina
se multiplican en un sinnúmero de pasos a lo largo de una frontera seca de 32
kilómetros en los que el mayor problema geográfico son las quebradas, apenas
hondonadas de pocos metros en un paisaje selvático, por donde pasan proyectos y
aspiraciones de personas pero también los negocios de contrabandistas,
tratantes y narcos que cada tanto saltan a los diarios.
se multiplican en un sinnúmero de pasos a lo largo de una frontera seca de 32
kilómetros en los que el mayor problema geográfico son las quebradas, apenas
hondonadas de pocos metros en un paisaje selvático, por donde pasan proyectos y
aspiraciones de personas pero también los negocios de contrabandistas,
tratantes y narcos que cada tanto saltan a los diarios.
La trata y tráfico de personas es un negocio internacional
-considerado de lesa humanidad- que afecta a unos 137 estados en todo el mundo.
En la Argentina existe desde 2008 una ley que pena este delito, a la que se
suma un programa de rescate y atención a sus víctimas.
-considerado de lesa humanidad- que afecta a unos 137 estados en todo el mundo.
En la Argentina existe desde 2008 una ley que pena este delito, a la que se
suma un programa de rescate y atención a sus víctimas.
En el caso de los bolivianos, muchos de ellos y sobre todo
los indocumentados corren el peligro de caer en manos de tratantes que les
ofrecen trabajos con muy buenos salarios que en el destino -Buenos Aires,
Rosario, Mendoza, por citar algunos- se transforman en durísimas condiciones en
talleres textiles, huertas, ladrilleras y carpinterías, según está corroborado
por las autoridades argentinas .
los indocumentados corren el peligro de caer en manos de tratantes que les
ofrecen trabajos con muy buenos salarios que en el destino -Buenos Aires,
Rosario, Mendoza, por citar algunos- se transforman en durísimas condiciones en
talleres textiles, huertas, ladrilleras y carpinterías, según está corroborado
por las autoridades argentinas .
Paradójicamente, estos migrantes desconocen sus derechos y
no se perciben a sí mismos como víctimas de reducción a la servidumbre porque,
coincidieron varias de las fuentes consultadas, en la mayoría de los casos
escapan de la falta absoluta de oportunidades y encuentran resignadamente, aún
en este tipo de explotación, una manera de progreso social.
no se perciben a sí mismos como víctimas de reducción a la servidumbre porque,
coincidieron varias de las fuentes consultadas, en la mayoría de los casos
escapan de la falta absoluta de oportunidades y encuentran resignadamente, aún
en este tipo de explotación, una manera de progreso social.
En la localidad salteña de Salvador Mazza -conocida también
como Pocitos- el cónsul de Bolivia, Omar Velásquez Baldiviezo, explicó a Télam
durante una entrevista en su oficina sobre la ruta nacional 34 que quienes
ingresan al país ilegalmente lo hacen porque «muchas veces no tienen el
documento de identidad de origen, y hasta nos encontramos con gente que carece
de partida de nacimiento, como si no existiera».
como Pocitos- el cónsul de Bolivia, Omar Velásquez Baldiviezo, explicó a Télam
durante una entrevista en su oficina sobre la ruta nacional 34 que quienes
ingresan al país ilegalmente lo hacen porque «muchas veces no tienen el
documento de identidad de origen, y hasta nos encontramos con gente que carece
de partida de nacimiento, como si no existiera».
Testigo directo de decenas de historias de lucha y
supervivencia de compatriotas de todas las edades, el cónsul contó que la gente
se larga desde sus poblados de origen sin más herramientas que sus propios
cuerpos y sueños a buscar futuro en la lejana Buenos Aires o, a veces, a pocos
kilómetros de la frontera.
supervivencia de compatriotas de todas las edades, el cónsul contó que la gente
se larga desde sus poblados de origen sin más herramientas que sus propios
cuerpos y sueños a buscar futuro en la lejana Buenos Aires o, a veces, a pocos
kilómetros de la frontera.
Como el caso de una ladrillera en Aguaray: en los primeros
días de octubre último un hecho fortuito -la muerte de un compatriota- llevó al
diplomático a un paraje en esa localidad, 20 kilómetros al sur de Salvador
Mazza, donde unos 260 bolivianos que no tenían documentos, vivían y trabajaban
en una ladrillera en condiciones de total precariedad.
días de octubre último un hecho fortuito -la muerte de un compatriota- llevó al
diplomático a un paraje en esa localidad, 20 kilómetros al sur de Salvador
Mazza, donde unos 260 bolivianos que no tenían documentos, vivían y trabajaban
en una ladrillera en condiciones de total precariedad.
«Fuimos al lugar pero, cuando la gente nos vio llegar,
tuvieron temor de que los sacáramos a la fuerza. Nada más alejado de la
realidad, sólo queríamos hablar con ellos, interiorizarnos de las razones por
las que habían dejado Bolivia y, sobre todo, por qué no tenían sus documentos
personales en regla».
tuvieron temor de que los sacáramos a la fuerza. Nada más alejado de la
realidad, sólo queríamos hablar con ellos, interiorizarnos de las razones por
las que habían dejado Bolivia y, sobre todo, por qué no tenían sus documentos
personales en regla».
El diplomático contó otro caso en el que la Gendarmería -que
en un tramo de 55 kilómetros sobre la ruta nacional 34 hace al menos tres
controles- encontró en Tartagal a un camionero que llevaba a un niño de 8 años.
«El nene no hablaba mucho; boliviano, tímido, y tenía con él una especie
de bolsa de dormir que era cartón prensado. Cuando le pregunté adónde iba, me
contestó: ‘Adonde todos van’ (por Buenos Aires) a buscar a mi papá».
en un tramo de 55 kilómetros sobre la ruta nacional 34 hace al menos tres
controles- encontró en Tartagal a un camionero que llevaba a un niño de 8 años.
«El nene no hablaba mucho; boliviano, tímido, y tenía con él una especie
de bolsa de dormir que era cartón prensado. Cuando le pregunté adónde iba, me
contestó: ‘Adonde todos van’ (por Buenos Aires) a buscar a mi papá».
Después de la intervención de la fiscalía y del consulado,
el camionero argentino quedó libre de cualquier cargo y el niño, con un
salvoconducto que hizo Velasquez Baldiviezo, fue entregado a la Defensoría de
la Niñez boliviana en Yacuiba porque «no pudimos dar con la familia del
menor en Santa Cruz de la Sierra», señaló el diplomático.
el camionero argentino quedó libre de cualquier cargo y el niño, con un
salvoconducto que hizo Velasquez Baldiviezo, fue entregado a la Defensoría de
la Niñez boliviana en Yacuiba porque «no pudimos dar con la familia del
menor en Santa Cruz de la Sierra», señaló el diplomático.
El cónsul definió a la frontera seca como «imposible de
controlar absolutamente», porque «geográficamente es como una especie
de U con pasos no autorizados, con caminos, quebradas y gente que tiene el
patio en el otro país. Y esto da una situación que colabora para el contrabando
y todo lo que usted conoce», dijo, en referencia al narcotráfico.
controlar absolutamente», porque «geográficamente es como una especie
de U con pasos no autorizados, con caminos, quebradas y gente que tiene el
patio en el otro país. Y esto da una situación que colabora para el contrabando
y todo lo que usted conoce», dijo, en referencia al narcotráfico.
También describió la situación de los migrantes ilegales:
«Viven en el monte, cruzan por pasos no habilitados, a veces los cruza el
empresario y a veces ellos mismos. Es triste y penoso que el propio boliviano
explota a su gente, mete a la gente y luego se mueve de acuerdo a los
movimientos de la policía y la Gendarmería».
«Viven en el monte, cruzan por pasos no habilitados, a veces los cruza el
empresario y a veces ellos mismos. Es triste y penoso que el propio boliviano
explota a su gente, mete a la gente y luego se mueve de acuerdo a los
movimientos de la policía y la Gendarmería».
Y para completar el escenario en el que desarrolla su tarea
tuvo un comentario para el contrabando de granos -en particular de maíz- a
Bolivia: «Es tremendo. Hace poco un camión con una carga no pudo subir
porque los caminos son accidentados. El ayudante bajó del vehículo con la mala
suerte que le pasó una rueda por encima al dar marcha atrás. Todo quedó en la
nada porque estaba involucrada una persona de autoridad. El tráfico -describió
el cónsul boliviano- va y viene, viene y va».
tuvo un comentario para el contrabando de granos -en particular de maíz- a
Bolivia: «Es tremendo. Hace poco un camión con una carga no pudo subir
porque los caminos son accidentados. El ayudante bajó del vehículo con la mala
suerte que le pasó una rueda por encima al dar marcha atrás. Todo quedó en la
nada porque estaba involucrada una persona de autoridad. El tráfico -describió
el cónsul boliviano- va y viene, viene y va».


