Cada 1° de diciembre se celebra el Día Mundial de la Lucha
contra el Sida. La fecha es una oportunidad para apoyar a aquellos involucrados
en la lucha contra el VIH y para mejorar la comprensión del VIH como un
problema de salud mundial.
La participación de las comunidades ha sido fundamental para
que, hoy en día, cuatro de cada cinco VIH-positivos se realicen pruebas de
detección y dos de cada tres reciban tratamiento.
Teniendo en cuenta la pandemia sin precedentes de COVID-19
resulta esencial sostener la atención integral de las personas con VIH,
promover el diagnóstico temprano y reforzar las medidas de prevención que por
excelencia sigue siendo el uso correcto del preservativo.
Según la OMS de los cerca de 37,9 millones de personas
infectadas por el VIH a fines de 2018, el 79% habían sido diagnosticadas, el
62% estaban en tratamiento y en el 53% se habían reducido las concentraciones
del virus hasta niveles en los que el riesgo de contagio es bajo.
También se avanzó en la prevención y eliminación de la
transmisión materno infantil y en la supervivencia de las madres.
La participación de las comunidades son una pieza esencial
que explica el increíble éxito de la respuesta a la infección por el VIH. Ello
se consiguió con la ayuda de miles de agentes de salud comunitarios y de
personas que participan en redes básicas de la población, muchos de las cuales
son VIH-positivos o sufren las consecuencias de la epidemia.
La discriminación es una barrera importante que impide que
muchos accedan a la atención en salud. Esto hace que aquellas personas que
tienen dudas acerca del tema o de su salud tengan dificultad para encontrar
información de calidad y el apoyo que necesitan para llevar una vida sexual
saludable.
Si bien hubo progresos en la respuesta al VIH en la Región
de las Américas, estos esfuerzos deben continuar si se quiere terminar con el
sida para 2030. En América Latina, las nuevas infecciones por VIH aumentó un 7%
desde 2010. Se estima que 100.000 personas contrajeron el VIH solo en 2018 y
uno de cada cinco eran jóvenes de entre 15 y 24 años.
Estadísticas
Se estima que en Argentina 136 mil personas viven con VIH,
de las cuales el 30% desconoce su situación. 60 mil personas que conocen su
diagnóstico se encuentran en tratamiento antirretroviral. En 2017 alrededor de
5.500 personas contrajeron VIH en la Argentina, 6.500 fueron diagnosticadas con
el virus (el 35% de ellas en etapas avanzadas de la infección), la tasa de
transmisión perinatal fue del 5% y 1.500 personas murieron por causas
relacionadas con el SIDA.
En la provincia de La Pampa en los últimos 5 años (período
2015-2019), se considera un promedio de 54 casos nuevos de infección por VIH
por año. En más del 95% de los casos, la vía de transmisión es por relaciones
sexuales desprotegidas. Se encuentran en seguimiento el 100% de los niños
expuestos, hijos de madres VIH positivas. Para el período 2016-2019 el
diagnóstico tardío se presentó en el 12,2% de las personas, recordando que se
considera diagnóstico tardío a aquel que ocurre en una etapa sintomática y / o
con un nivel de células del sistema inmune bajo. A nivel nacional este
indicador es de alrededor de 30%.
Particularidades
El virus de inmunodeficiencia humana (VIH) causa un
deterioro progresivo del sistema inmunitario y merma la capacidad del organismo
para combatir algunas infecciones y otras enfermedades. El SIDA se refiere a
las etapas más avanzadas de la infección por el VIH y se define por la
aparición de una o varias infecciones oportunistas o tipos de cáncer.
Las vías de transmisión principales son:
* Contacto sexual (sin uso de preservativo) a través de
semen y secreciones cervicovaginales.
* Contacto con productos sanguíneos infectados
(transfusiones, compartir agujas, elementos cortopunzantes).
* Transmisión vertical (in utero, perinatal o a través de la
leche materna).
Formas principales de prevenir la transmisión del VIH:
* Adoptar prácticas sexuales seguras, como el uso de
preservativos;
* Realizarse pruebas de detección
* Evitar inyectarse drogas o, en caso de hacerlo, utilizar
siempre agujas y jeringas estériles;
* Los productos sanguíneos que se necesiten se someten a
pruebas de detección del VIH;
* Si se tiene el VIH, iniciar el tratamiento antirretroviral
lo antes posible en beneficio propio y para prevenir la transmisión del VIH a
parejas sexuales o con las que se consumen drogas o a los hijos (en el caso de
mujeres embarazadas o madres lactantes).
La participación de la comunidad y la sociedad civil debe
continuar siendo una estrategia esencial para potenciar la atención primaria de
salud.
Así en la provincia de La Pampa se interviene desde el FORO
PRE SIDA permanentemente en iniciativas para dar respuesta a la infección por
el VIH en sus esfuerzos por aumentar la equidad, el respeto por los derechos
humanos y de la salud.

