La película, dirigida por el español Gerardo Olivares y
protagonizada por Joaquín Furriel y Maribel Verdú, se estrena el jueves y
reconstruye la historia real de la relación entre un guardafauna con un vínculo
muy especial con las orcas que se acercan a la Península de Valdés, en Chubut,
y una madre que lleva hasta allí a su hijo autista para tratar de sanarlo.
protagonizada por Joaquín Furriel y Maribel Verdú, se estrena el jueves y
reconstruye la historia real de la relación entre un guardafauna con un vínculo
muy especial con las orcas que se acercan a la Península de Valdés, en Chubut,
y una madre que lleva hasta allí a su hijo autista para tratar de sanarlo.
En una entrevista con Télam, Puenzo adelantó que ahora está
escribiendo dos nuevas películas para dirigir, una sobre el bombardeo de 1955 a
la Plaza de Mayo y otra -que sería su debut en el cine de animación- que está
basada en el cómic “El último recreo”, de Horacio Altuna y Carlos Trillo: “Voy
muy lento porque son muy complicadas. Mi filmografía está llena de películas
que no filmé, así que no sé qué pasará con estas”.
escribiendo dos nuevas películas para dirigir, una sobre el bombardeo de 1955 a
la Plaza de Mayo y otra -que sería su debut en el cine de animación- que está
basada en el cómic “El último recreo”, de Horacio Altuna y Carlos Trillo: “Voy
muy lento porque son muy complicadas. Mi filmografía está llena de películas
que no filmé, así que no sé qué pasará con estas”.
El ganador del Oscar en 1996 por “La historia oficial”
afirmó que esta “es una película que apareció casualmente y se nos ofreció” en
2004 cuando conoció al guardafauna Beto Bubas, justo cuando preparaba la
filmación de su película “La puta y la ballena” y, un día antes del rodaje,
decidió salir a pasear por la Península Valdés junto al coproductor español
José María Morales.
afirmó que esta “es una película que apareció casualmente y se nos ofreció” en
2004 cuando conoció al guardafauna Beto Bubas, justo cuando preparaba la
filmación de su película “La puta y la ballena” y, un día antes del rodaje,
decidió salir a pasear por la Península Valdés junto al coproductor español
José María Morales.
“Fue un hecho casual. Cuando salimos a dar una vuelta a la
península junto a Morales llegamos a Punta Norte a ver si podíamos ver a las
orcas y de golpe apareció Beto Bubas, el guardafauna de ese lugar. Charlamos,
nos ofreció café y agua caliente para el mate, y terminó contando esta historia
verdadera, que fue el punto de partida de esta nueva película”, recordó Puenzo.
península junto a Morales llegamos a Punta Norte a ver si podíamos ver a las
orcas y de golpe apareció Beto Bubas, el guardafauna de ese lugar. Charlamos,
nos ofreció café y agua caliente para el mate, y terminó contando esta historia
verdadera, que fue el punto de partida de esta nueva película”, recordó Puenzo.
“El faro de las orcas” está inspirada en la historia que
Bubas les narró aquel día, que cuenta que su absoluta soledad en esa geografía patagónica
bella e inhóspita fue interrumpida inesperadamente por una mujer y su hijo
autista, que llegaron allí seducidos por la relación que él tenía con las
orcas, a las que solía atraer a la costa con el sonido agudo que generaba con
una armónica.
Bubas les narró aquel día, que cuenta que su absoluta soledad en esa geografía patagónica
bella e inhóspita fue interrumpida inesperadamente por una mujer y su hijo
autista, que llegaron allí seducidos por la relación que él tenía con las
orcas, a las que solía atraer a la costa con el sonido agudo que generaba con
una armónica.
Puenzo explicó que “el chiquito veía las fotos de las orcas
con Bubas en una revista y tenía unas manifestaciones no habituales. Le
señalaba con insistencia las fotos a su madre y así surgió la idea de ella de
llevarlo para allá. Nos conmovió mucho esta historia y nos quedó mucho en la
cabeza. Además, Bubas nos regaló un libro autobiográfico que él había escrito
sobre esa experiencia”.
con Bubas en una revista y tenía unas manifestaciones no habituales. Le
señalaba con insistencia las fotos a su madre y así surgió la idea de ella de
llevarlo para allá. Nos conmovió mucho esta historia y nos quedó mucho en la
cabeza. Además, Bubas nos regaló un libro autobiográfico que él había escrito
sobre esa experiencia”.
La película, cuyo preestreno nacional se llevará a cabo hoy
en Puerto Madryn, donde la producción donará a la provincia de Chubut la cabaña
que se construyó especialmente para darle un hogar al protagonista, “narra el
encuentro de dos soledades, porque Bubas era un ermitaño que vivió en completa
soledad durante años. Muestra además todo eso tan inquietante que pasó con el
niño y que también modificó a Bubas y lo dejó marcado para siempre”.
en Puerto Madryn, donde la producción donará a la provincia de Chubut la cabaña
que se construyó especialmente para darle un hogar al protagonista, “narra el
encuentro de dos soledades, porque Bubas era un ermitaño que vivió en completa
soledad durante años. Muestra además todo eso tan inquietante que pasó con el
niño y que también modificó a Bubas y lo dejó marcado para siempre”.
“En la película la madre intenta entender a su hijo autista,
por qué el niño quiere algo, y siempre es muy misterioso saber cuál es ese
interés y cómo encontrar una clave para su sanación. El chiquito real hizo un
proceso interior y, según cuenta Bubas, también las orcas tenían una reacción
distinta con el niño, una relación particular que le permitió abrirse a otra
realidad muy distinta a la que tenía en la ciudad”, agregó.
por qué el niño quiere algo, y siempre es muy misterioso saber cuál es ese
interés y cómo encontrar una clave para su sanación. El chiquito real hizo un
proceso interior y, según cuenta Bubas, también las orcas tenían una reacción
distinta con el niño, una relación particular que le permitió abrirse a otra
realidad muy distinta a la que tenía en la ciudad”, agregó.
Puenzo, que empezó a trabajar en el mundo del cine a los 16
años, y en 55 años de profesión se desempeñó en diversos roles técnicos y
realizó publicidad antes de volcarse a la dirección y producción de ficciones,
recordó que “en aquella época no había escuelas. Nos criábamos y aprendimos a
hacer cine trabajando”.
años, y en 55 años de profesión se desempeñó en diversos roles técnicos y
realizó publicidad antes de volcarse a la dirección y producción de ficciones,
recordó que “en aquella época no había escuelas. Nos criábamos y aprendimos a
hacer cine trabajando”.
“Pero además nos criamos con otras formas de difusión de
nuestras películas. Cuando hice ‘La historia oficial’ en 1984, hacía como 20
años que filmaba. Pero aún en esa época pensar que una película argentina se
iba a exhibir afuera de la Argentina era casi utópico, ni se pensaba. Cuando
estuvimos en la competencia en Cannes, habían pasado 25 años desde que una
película argentina había estado allí”, afirmó.
nuestras películas. Cuando hice ‘La historia oficial’ en 1984, hacía como 20
años que filmaba. Pero aún en esa época pensar que una película argentina se
iba a exhibir afuera de la Argentina era casi utópico, ni se pensaba. Cuando
estuvimos en la competencia en Cannes, habían pasado 25 años desde que una
película argentina había estado allí”, afirmó.
Trazando un paralelo con la actualidad floreciente del cine
nacional, Puenzo agregó que “ahora eso es normal, en cada festival importante
hay cinco o seis películas argentinas. Esto antes no pasaba. Y creo que se debe
al mérito de los jóvenes y a la Ley del Cine, que es envidiada en muchos países
del mundo”.
nacional, Puenzo agregó que “ahora eso es normal, en cada festival importante
hay cinco o seis películas argentinas. Esto antes no pasaba. Y creo que se debe
al mérito de los jóvenes y a la Ley del Cine, que es envidiada en muchos países
del mundo”.
El cineasta, que ahora escribe dos películas con la idea de
dirigirlas y produce las próximas películas de sus hijos Nicolás, Esteban y
Lucía, aseguró que la Argentina es “el país con la mayor cantidad de óperas
primas del mundo. Y todos estos logros coincidieron con la gestación de las
escuelas de cine. Eso, entre otras cosas, hace que todos los años aparezca un
nuevo grupo de talentos locales”.
dirigirlas y produce las próximas películas de sus hijos Nicolás, Esteban y
Lucía, aseguró que la Argentina es “el país con la mayor cantidad de óperas
primas del mundo. Y todos estos logros coincidieron con la gestación de las
escuelas de cine. Eso, entre otras cosas, hace que todos los años aparezca un
nuevo grupo de talentos locales”.
“Las herramientas técnicas son mucho mejores y de mucha
mayor calidad. Asistimos a una posibilidad tecnológica brutal. Sin embargo,
creo que la cultura del trabajo de modificó bastante, sobre todo lo que tenía
que ver con una forma del hacer en rodaje que se relajó mucho y eso hizo que se
perdieran ciertas cosas y que estén en riesgo de extinción muchas otras que
sería bueno no perder”, advirtió Puenzo en relación a las formas actuales de
hacer cine.
mayor calidad. Asistimos a una posibilidad tecnológica brutal. Sin embargo,
creo que la cultura del trabajo de modificó bastante, sobre todo lo que tenía
que ver con una forma del hacer en rodaje que se relajó mucho y eso hizo que se
perdieran ciertas cosas y que estén en riesgo de extinción muchas otras que
sería bueno no perder”, advirtió Puenzo en relación a las formas actuales de
hacer cine.
En ese sentido, el cineasta destacó que “antes había una
formación que se transmitía de maestro a discípulos y de padres a hijos. Y eso
era parte de la riqueza del cine argentino, una tradición del cine argentino que
nunca se cortó durante 100 años y se transmitió de alguna manera de generación
en generación”.
formación que se transmitía de maestro a discípulos y de padres a hijos. Y eso
era parte de la riqueza del cine argentino, una tradición del cine argentino que
nunca se cortó durante 100 años y se transmitió de alguna manera de generación
en generación”.
El director sostuvo que “hay cosas del nuevo Plan de Fomento
del Incaa que no me convencen. Es para dar una discusión más técnica. Pero creo
que este nuevo plan no tiene en cuenta que el eje principal del cine argentino
son los directores y seguirá siendo siempre así. Ahora pone el foco más en las
productoras y este no es un país de productoras”.
del Incaa que no me convencen. Es para dar una discusión más técnica. Pero creo
que este nuevo plan no tiene en cuenta que el eje principal del cine argentino
son los directores y seguirá siendo siempre así. Ahora pone el foco más en las
productoras y este no es un país de productoras”.


