El Papa aseguró que «adular a otro es usar a una
persona para obtener algo para sí mismo», en una entrevista con la
televisión católica italiana en la que ratificó que «el aborto es un
crimen horrendo».
persona para obtener algo para sí mismo», en una entrevista con la
televisión católica italiana en la que ratificó que «el aborto es un
crimen horrendo».
«Tengo alergia a los aduladores. Me viene natural.
Porque adular a otro es usar a una persona para un fin, escondido o visible,
pero para obtener cualquier cosa para sí mismo. Es indigno», afirmó el
Pontífice en una entrevista con Tv2000 con motivo del cierre del Jubileo Extraordinario
de la Misericordia.
Porque adular a otro es usar a una persona para un fin, escondido o visible,
pero para obtener cualquier cosa para sí mismo. Es indigno», afirmó el
Pontífice en una entrevista con Tv2000 con motivo del cierre del Jubileo Extraordinario
de la Misericordia.
«En Buenos Aires en nuestro argot porteño a los
aduladores los llamamos ‘chupamedias’, y la figura es propia de quien chupa las
medias de otro. Es feo masticar las medias de otro, es un nombre bien
hecho», agregó el obispo de Roma.
aduladores los llamamos ‘chupamedias’, y la figura es propia de quien chupa las
medias de otro. Es feo masticar las medias de otro, es un nombre bien
hecho», agregó el obispo de Roma.
«A mí, cuando me alaban, incluso por algo que salió
bien, rápido me doy cuenta quién alaba alabando a Dios y quien lo hace con un
poco de aceite, para hacerse…», criticó Francisco.
bien, rápido me doy cuenta quién alaba alabando a Dios y quien lo hace con un
poco de aceite, para hacerse…», criticó Francisco.
Durante la entrevista, Francisco sentenció además que el aborto
es «un crimen horrendo».
es «un crimen horrendo».
«He pensado en la costumbre de matar a los niños antes
de su nacimiento. Es un crimen horrendo. Los matan porque es mejor así, porque
están más cómodos. Es una responsabilidad grande, es un pecado gravísimo»,
definió al recordar una de las visitas que hizo durante el Año Santo a una
madre que había perdido tres hijos.
de su nacimiento. Es un crimen horrendo. Los matan porque es mejor así, porque
están más cómodos. Es una responsabilidad grande, es un pecado gravísimo»,
definió al recordar una de las visitas que hizo durante el Año Santo a una
madre que había perdido tres hijos.

